Nuestro equipo ha realizado el diseño de la implantación y ordenación de las burbujas diseñadas por Stephane Dumas.

Intervenir en este lugar tiene que ser a base de fuerza y delicadeza.

Fuerte en los gestos, delicado en los modos, así se intenta la armonía, como un contraste delicado.

El Hotel Aire de Bardenas es un buen ejemplo de cómo es posible este reto. Engarzado al mismo nace una conexión, que a su vez se convierte en un camino en arco quebrado en el que se depositan en sus ramas las burbujas mirando hacia el naciente.

Las madrigueras, de cuatro en cuatro, se van orientando a la vez que de un modo natural se van acomodando a la pendiente del terreno. Todo ello como un árbol que va girando con el Sol, geometrías como las de la naturaleza.

El conjunto que continua el esquema organizativo del Hotel, podrá desaparecer, como llevado por el aire, y se irá en el recuerdo de la experiencia aquí vivida.

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Un lugar donde desconectar de las prisas y el estrés.