
Centro Sociocultural en la Iglesia San Nicolás.
Tudela. Navarra
Rehabilitar, es volver a habitar, es volver a incluir funciones que le dan permanencia. La iglesia barroca de San Nicolás es un espacio que nació para el culto en una operación no de rehabilitación, no de reconstrucción, sino de nueva construcción, de ocupación del lugar de la primitiva capilla románica, ésta vez para la construcción de un nuevo templo.
En ambos la iglesia se orienta, mejor dicho se desorienta ya que no coincide el eje de ábside, cabecera con el Este-Oeste pero si que se apoyan sobre el túnel que deja pasar al barranco del Mediavilla.
La iglesia barroca tiene torre, y el pantocrator sobre la puerta hacia la plaza nos deja muestra de lo que pudo ser la escultura del románico inicial.
Cuando se entra a la iglesia de San Nicolás sorprende la luz que tiene en cualquier hora del día, en medio del núcleo urbano.
La luz de la nave respira una atmósfera que se consigue con el peralte, y las ventanas abiertas con él, gracias a la contribución de los contrafuertes que transmiten el empuje de la bóveda hasta los muros que conforman las capillas laterales.
Por eso nuestra propuesta es de algún modo un nuevo ajuar, en este caso adecuado al cumplimiento de las nuevas funciones, que privatiza o aúna espacios en las nuevas y desconocidas maneras en las que se van a usar de nuevo los espacios de la iglesia.
El aspecto más importante es no introducir ninguna obra de fábrica que modifique el aspecto interno del edificio.
Un revestimiento garantiza la respiración de las humedades, soporta las instalaciones, y absorbe acústicamente los sonidos o ruidos.
Con este material se conforman los armarios, espacios de almacenamiento de las actividades de cada espacio.
Con los muebles-armario se ilumina la iglesia, de ellos se sacan a la vez la iluminación de las exposiciones.



